En nuestro camino hacia conseguir las metas que nos proponemos, nos encontramos multitud de obstáculos. Buscamos continuamente la clave que haga este camino más agradable, más corto, menos costoso. Son muchas las nuevas técnicas y tendencias que surgen para lograr este objetivo y más aún las personas que se aferran a ellas buscando la fórmula del éxito.
Sin embargo, nosotros pensamos que hay un ingrediente imprescindible para conseguir alcanzar el éxito a cualquier nivel: la perseverancia, uno de los valores más importantes en nuestro decálogo Fresh People.
El talento, la inteligencia y la creatividad son valores increíblemente útiles, pero no tan versátiles como la habilidad para trazar un plan, ejecutarlo y perseverar en él. En su famoso estudio, Angela Lee Duckworth se propuso investigar qué características -más allá del talento intelectual- sirven para predecir el éxito. ¿Adivináis qué descubrió? Exacto: la capacidad para perseverar y ser constante durante períodos prolongados de tiempo es clave para conseguir buenos resultados.
Parece que el trabajo consciente, metódico y sostenido tienen mucho más que ver con el éxito de lo que pensamos. Cualquier “debilidad” puede ser solventada con unas cuantas horas de trabajo y contar con una buena capacidad de respuesta ante las dificultades es algo incluso más determinante que los obstáculos mismos.
Mejorar tu capacidad para perseverar marcará un antes y un después en la forma en la que afrontes cualquier reto en tu vida profesional. Pero entendemos que también existe un camino hasta lograr ser perseverante, por eso te proponemos aplicar algunos de los siguientes consejos para conseguirlo.
1. Conócete a ti mismo
Si conoces tus valores, tus fortalezas y tus motivaciones te será más sencillo saber cómo afrontar los retos. Además, si identificas y aceptas tus debilidades, podrás establecer expectativas más realistas y llegar a ellas sin problema. La forma en la que te enfrentas a los retos es más importante que lo resultados que puedas obtener.
2. Conserva la perspectiva
Frecuentemente, lo que arruina nuestra motivación es una preocupación que sólo existe en nuestra mente. Mantener alejadas las preocupaciones resulta increíblemente útil para avanzar y no andar en círculos. La clave es minimizar el tiempo que dedicamos a eliminarlas de nuestra mente una vez las identificamos. Si piensas a largo plazo y con una perspectiva amplia no dedicarás más tiempo del necesario a todo aquello que carece de importancia.
3. Mantén tu objetivo a la vista
¿Qué va a traer consigo tu éxito? Puede reportarte riqueza, reconocimiento, satisfacción, conocimiento… Crea una imagen en tu mente relacionada con esta recompensa (cuanto más tangible sea, mejor) y piensa en esta imagen durante los momentos difíciles a lo largo del proceso, esto generará en tu mente una respuesta positiva y te ayudará a avanzar. Recuerda que, aunque siempre te mueves hacia tu objetivo, donde te apoyas día a día para llegar hasta él es en tus pensamientos dominantes.
4. Ve un paso por delante
Al igual que visualizas tu éxito, te será útil pensar en qué tarea será la que realices en el siguiente paso. No bajes la guardia, pregúntate qué conocimiento, habilidades, experiencias necesitas para estar preparado y anticipar el siguiente movimiento.
5. Crea procedimientos para las tareas que se repiten
No necesitas reinventar la rueda cada día. Si sabes que vas a llevar a cabo una tarea más de una vez, crea una ‘checklist’, un formulario o una plantilla. Ahorrarás mucho tiempo y mejorará la consistencia de tu trabajo a largo plazo.
6. “Todo irá bien”
Parece un cliché, pero tener un mantra ayuda. Ten fe en que las cosas funcionarán incluso cuando en tu interior estás convencido de que no lo harán. ¿Cómo vas a mantener la motivación si crees que no tendrás éxito? Mantener una actitud optimista mejorará tu desempeño en cualquier tarea y la hará un poco más reconfortante.