¿Hablamos?         ¿Nos cotilleas?     

Se estima que en la Comunidad de Madrid hubo en 2015 un total de 5.416 muertes por alta contaminación, lo que supone un promedio de 14,83 muertes al día. Según la AEMA (Agencia Europea de Medio Ambiente) unos 15 millones de españoles respiran un aire que la Unión Europea considera insalubre. Destacando las zonas de Madrid y Barcelona.

Urge reducir la contaminación atmosférica, no cabe duda. Existen diferentes fuentes de contaminación atmosférica; fábricas, centrales térmicas, incendios, calefacciones a gasoil, vehículos, etc. Pero en el caso de Madrid y Barcelona lo que tenemos son casos de contaminación local (puntos con mucha concentración de contaminantes) en la que los vehículos de combustión interna presentan un protagonismo muy considerable.

Es cierto que la compra de vehículos eléctricos, híbridos o simplemente nuevos puede reducir la contaminación, pero necesitamos soluciones eficientes, rápidas y empleando los menores recursos posibles. Por supuesto la compra de estos vehículos mejoraría la calidad del aire, pero renovar el parque de vehículos en estas zonas casi en su totalidad al ritmo que lo necesitamos es muy poco eficiente, si no imposible.

Existen soluciones mucho más palpables y que podrían contribuir a mejorar tanto la contaminación del aire como la congestión en las ciudades. En 2017 la media en Madrid fue de 42/h por conductor al año en atascos.  Puede haber muchas, pero a mi se me ocurren las siguientes:

  1. Mejora del transporte público: invertir en éste para que sea mucho más flexible, en cuanto a recorridos y horarios.
  2. Cambio de mentalidad: este punto es vital para luchar contra la contaminación, es importante que los conductores apuesten por formas de movilidad alternativas al vehículo propio para desplazarse.
  3. Trabajo remoto: modelo cada vez más implantado en países de la zona euro y que puede resultar muy útil para reducir la congestión y contaminación de las ciudades en trabajos de oficina. Se ha demostrado que esto además mejor la calidad de vida y la productividad.
  4. Restricciones por contaminación: como por ejemplo lo fue Madrid Central y ahora lo pretende ser Madrid 360. En su primer año, Madrid Central consiguió reducir la contaminación un 20%, pese a ser mucho menos restrictivo que el resto de planes aprobados en Europa. Creo que restringir el uso de los vehículos es vital para forzar a los conductores entre otras cosas a cambiar la mentalidad y hábitos.
  5. Movilidad compartida: compartir el coche tanto para ir a trabajar como para hacer pequeños desplazamientos en coches de alquiler por minutos como pueden ser los carsharings.

En cuanto a movilidad compartida creo conveniente hablar de Quikly, modelo de movilidad ya en funcionamiento en algunas zonas y creado por Dealerbest cuyo propósito es el de emplear los vehículos inmovilizados de los concesionarios para crear modelos de movilidad compartida. Trabajando conjuntamente además con los ayuntamientos para dar soluciones reales en cada zona. Hay multitud de estudios que relacionan los modelos de Carsharing con mejoras en la movilidad y por lo tanto contaminación atmosférica; complementan al transporte público, en algunos casos eliminan la necesidad de comprar un 2º vehículo y pueden servir para descongestionar las ciudades.

Cambiar la movilidad en las ciudades es vital para reducir la contaminación atmosférica y mejorar la calidad de vida.

¿Hablamos?

Pablo Díaz
Key Account Manager